Durante la presente semana el Gobierno de la Presidenta Bachelet ha anunciado la prohibición de realizar marchas en un perímetro de calles que rodean la Moneda con el propósito de prevenir nuevos atentados como el ocurrido el 11 de septiembre pasado.
Resulta tentadora la pregunta acerca de que tan progresista puede ser el Gobierno de Bachelet considerando que esta decisión lesiona seriamente la libre expresión de la ciudadanía y, por cierto, oblitera un análisis más profundo de las genuinas causas de la conflictividad y la violencia social en Chile.
Puede ser que con los cuatro períodos que la Concertación lleva en el poder, sus mejores hombres han dejado de tomar contacto con la realidad social del ciudadano corriente y solo reciben la información que asesores comunicacionales precarizados, dependientes y obsecuentes les hacen llegar.
Podría ser también que la construcción de un bloque hegemónico con una gran continuidad programática con la Dictadura tenga como efecto no deseado la naturalización de ciertos fenómenos sociales, por ejemplo, los conflictos sociales y la violencia. Si eso es así, entonces, la Concertación ha devenido definitivamente en una coalición conservadora que opera bajo supuestos etológicos acerca del comportamiento de los actores antisistema.
Podría ser finalmente, que Belisario Velasco posee agenda propia y Bachelet carece de convicciones personales para el combate contra los nuevos marginales - delincuentes - lumpenproletariado que ha generado la transición.
En cualquier caso, la duda respecto del caracter progresista o conservador del Gobierno de Bachelet en materia de seguridad pública y orden social sigue vigente.
Como también queda en suspenso la eficacia de la medida. ¿Resulta esta decisión un "mal menor" tolerable para los ciudadanos considerando el cercenamiento de derechos y garantías fundamentales? ¿Podríamos imaginar que un gobierno conservador o de derecha tradicional hubiera hecho algo distinto en esta materia? ¿No resulta una paradoja que el gobierno más inclinado a una posición de izquierda autoafirmativa en la Concertación contradiga la histórica frase de Allende?
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