Eduardo Sabrovsky
Doctor en Filosofía. Profesor Titular, Universidad Diego Portales
El incendio de la cárcel de San Miguel; las revelaciones de tortura a un detenido por parte de carabineros –cuatro de ellos oficiales- en un furgón policial de la 50ª Comisaría de San Joaquín. Es como si un velo se descorriese repentinamente, dejando ver un espectáculo horroroso, pero a la vez. Cotidiano. Y, además, seductor: no por nada las dantescas escenas de San Miguel repletaron las pantallas. Y en el caso de los policías torturadores, la producción televisiva fue high-tech e independiente: fueron ellos mismos quienes, celular mediante, se las ingeniaron para “subir” el episodio al reality show de la vida chilena (la frase que sirve de título a esta columna proviene del registro en video que ellos mismos tomaron y pusieron en circulación). leer completo desde El Mostrador...