Las recientes denuncias sobre abusos en prisiones que Estados Unidos mantiene alrededor del mundo y principalmente, en aquellas establecidas en Cuba (Guantanamo), Irak (Abu Ghraib) y Afganistán (Bagram) que carecen casi totalmente de control social y de las mínimas garantías para el respeto de los derechos de los prisioneros; han llevado el problema de la eficiencia y dignidad en las cárceles al ámbito de la política interna.
Como efecto no deseado de los abusos en estos lugares, se ha desarrollado recientemente una intensa campaña de sensibilización en Estados Unidos sobre las condiciones de reclusión de las cárceles ubicadas en el propio país del norte. Principalmente, son objeto de atención las cárceles de máxima seguridad denominadas Complejos Supermax que alojan a la población más peligrosa con un alto costo para el país y con estadísticas que muestran la baja capacidad de rehabilitación de estos Centros. Por otra parte, se ha transformado también en objeto de debate público en las últimas semanas, la eficacia de las llamadas políticas de mano dura y "tolerancia cero" implementadas en las últimas décadas como medida para controlar el aumento de la criminalidad.
Adjunto enlace a un artículo de la BBC que entrega algunas luces sobre el desplazamiento de este problema desde la política exterior a la política interna estadounidense. Leer Artículo...
Además, recomiendo visitar el siguiente enlace a la Comisión sobre la Seguridad y el Abuso en las Prisiones Americanas, una ONG encargada de monitoriar y apoyar las denuncias por abusos cometidos en cárceles de Estados Unidos. El problema puede transformarse en un importante issue de política interna debido a que por lo menos 2,2 millones de personas están encarceladas actualmente en Estados Unidos a un costo de 60 billones de dólares anuales.